¿Qué son los OKR?
Los objetivos y resultados clave (OKR por sus siglas en inglés), son una de varias herramientas (como lo son SMART, BSQ, entre otras) que se pueden utilizar para establecer metas significativas y medibles. Es un ‘framework’ simple y efectivo que se puede alinear y ‘cascadear’ (profundizaré en esto más adelante) a nivel de empresa, otorgándole autonomía a los empleados para que establezcan sus propias metas considerando el contexto de cómo estos objetivos encajan con el propósito general de la organización.
Los OKR fueron creados por Intel en los años 70 y actualmente son utilizados por muchas compañías, como Google y LinkedIn. Más y más empresas están reconociendo los beneficios que ofrecen los OKR porque son un ‘framework’ simple con muchas fortalezas.
¿Cómo funcionan los OKR?
Primero que todo, debemos escoger nuestro objetivo, la cosa más importante que queremos lograr. Para definirlo, es útil preguntarnos “¿hacia dónde quiero ir?” Una vez que tengamos la respuesta, es una buena idea establecer un plazo de tiempo. Puede ser 3 meses o un año; todo dependerá del objetivo que deseamos alcanzar.
Luego de definir nuestro objetivo principal, debemos establecer nuestros resultados clave. Estos son los resultados medibles a los que debemos aspirar mientras trabajamos hacia nuestro objetivo. Para definir los resultados clave, debemos preguntarnos “¿cómo sabré que ya estoy allí?”
Cada objetivo debería tener varios resultados clave (de tres a cinco). No los consideremos como actividades diarias o una sola tarea. Cada resultado clave es una manera con la que vamos a definir nuestro éxito y medir nuestro progreso hacia nuestro objetivo.
Ejemplo
Utilicemos como ejemplo a una compañía de software como Avantica. Para comenzar, debemos contestar la primera pregunta:
¿Hacia dónde quiero ir? / ¿Qué quiero hacer?
La respuesta podría ser: “en el próximo trimestre, quiero incrementar mi personal un 15%”.
Con esto ya tenemos nuestro objetivo principal y podemos establecer cuáles serán nuestros resultados clave para lograrlo. Así que proseguimos a contestar la segunda pregunta:
¿Cómo sabré que ya estoy allí?
Como organización, llegamos a la decisión de que para lograr este objetivo, debemos hacer lo siguiente (¡este solo soy yo haciendo números! A nivel de empresa, estos resultados clave se deben establecer por un equipo luego de que se han analizado los datos correctos):
- Aumentar el número de proyectos un 5%.
- Organizar 2 conferencias o ‘tech days’, brindando charlas acerca de temáticas tecnológicas e intentar atraer al menos 100 participantes, de los cuales un 50% deben ser desarrolladores externos a la empresa.
- Reclutamiento contactará a 20 desarrolladores por semana, aunque sólo se trate de entrevistas proactivas
De ahí, podemos comenzar a tomar acciones específicas para lograr números medibles para la organización.
OKR y el cascadeo de objetivos
Lo bueno de los OKR es que se pueden alinear y ‘cascadear’ con facilidad dentro de una organización. Esto significa que todos alinean sus metas y objetivos clave con las metas del nivel más alto de la empresa.
Esto es genial porque:
- Incrementa la apropiación de las metas de la empresa. Los empleados saben cuáles son sus metas así como su propósito final, y mientras que ven a todos sus colegas trabajando en alcanzar sus propios objetivos, todos estos apuntan en la misma dirección.
- Aumenta la transparencia dentro de la compañía. Es fácil ver cómo las distintas metas a lo largo de toda la organización se entrelazan para alcanzar la misma misión (la meta más grande).
- Le ayuda a las empresas a enfocarse en las prioridades porque los OKR conectan a los objetivos del más alto nivel. Esto asegura que todos se enfoquen en lo que tiene más prioridad basándose en lo que la compañía está intentando lograr.
Este método permite que las personas actualicen el progreso de sus metas frecuentemente y que adopten nuevas metas si, de repente, las prioridades cambian.
Ahora, continuando con el ejemplo anterior:
Objectivo |
Resultados clave |
En el próximo trimestre, quiero incrementar mi personal un 15%. |
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Si vemos más de cerca los resultados clave, cada uno de estos puede ser asumido por un departamento distinto. El equipo de ventas puede enfocarse en aumentar el porcentaje de proyectos; este puede ser su objetivo principal y pueden decidir por ellos mismos cuáles serán sus resultados clave. El departamento de mercadeo puede encargarse de las 2 conferencias, creando resultados clave propios también y dividiendo el trabajo entre el equipo. Esto significa que cada miembro del equipo definirá sus propios resultados clave para cada tarea que se le asigne… y esto continúa hasta que, como podemos ver, desde el nivel más bajo al nivel más alto, los resultados clave se alinean para lograr las meta principal de la empresa. A esto se le llama ‘cascadeo’.
Aplicando OKR a nuestra vida personal
Luego de todas estas explicaciones y ejemplos relacionados al trabajo, creo que queda claro que aplicar OKR a nuestras vidas personales es bastante simple. Quizás deseamos fomentar un hábito de lectura o tal vez deseamos mejorar nuestra destreza de cocina y aumentar nuestro repertorio de recetas, ¡o quizás deseamos mejorar nuestra relación con nuestra madre! En cada uno de estos casos, los OKR pueden ser muy útiles.
Hay que recordar que este es un ‘framework’ de metas y todos tenemos metas - o deberíamos tener metas - en todos los aspectos de nuestra vida, no solo en nuestra carrera profesional. Les daré un ejemplo de un OKR mío:
Objectivo |
Resultados clave |
En el próximo semestre, quiero mejorar como persona (bueno, tal vez esto sea un poco amplio pero en seis meses les podré decir si lo logré). |
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Y finalmente
El método OKR conlleva ciclos, es ágil, y se adapta a los cambios. Los ciclos implican que los equipos y sus administradores pueden aprender de y responder a los resultados que se logran (o no se logran), a los aprendizajes y a los cambios en el ambiente.
La meta ideal sería lograr todo lo que nos proponemos pero algunas personas dicen que si podemos lograr un 80% de nuestros resultados clave, estamos en buena condición. Esto se puede convertir en un hábito.
En el futuro, escribiré un segundo artículo acerca de métricas, incluyendo los tipos de métricas y la importancia de la retroalimentación cuando trabajamos en nuestros OKR.
Mientras tanto, gracias por leer.
Puntos Clave
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